Una de las sensaciones que más atribuimos a la hipnosis y que más identificamos con ella es la sensación de involuntariedad o de automatismo; que las cosas ocurran solas y sentir que no es uno mismo el que levanta su brazo si no que el brazo se levanta solo. Esto lleva de manera natural a otro mito: que la persona hipnotizada no puede evitar hacer lo que le dice el hipnotizador, pero de esto hablaremos en la siguiente lección. 

Ahora hablemos de esta sensación de involuntariedad que muchas veces se argumenta que es producto del “trance hipnótico”.

Cualquiera que haya hecho un poco de hipnosis sabrá que los ejercicios de preparación o las pruebas de sugestionabilidad que se hacen ANTES de la hipnosis ya provocan esa sensación de automatismo: la persona que no puede doblar el brazo ya está sintiendo ese automatismo que asociamos a la hipnosis a pesar de que no ha sido hipnotizada todavía y está plenamente consciente. De hecho si le preguntas a esa persona en ese momento si está hipnotizada probablemente responderá que no, y aún así no puede doblar su brazo. 

Sin más, ¡diviértete!