A menudo los profesionales de la hipnosis utilizan «tests de sugestionabilidad» para medir si una persona es o no es hipnotizable. Esto puede llevar a creer que el que una persona responda o no a esas pruebas la define dentro de una de esas categorías y no hay nada que hacer para cambiarlo. Veamos qué hay de cierto en esto.
La susceptibilidad a la hipnosis NO es un rasgo específico
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Otro mito habitual es el de pensar que una persona es hipnotizable o no lo es. Este mito también está muy arraigado en la creencia de que la hipnosis es un estado de trance y que por tanto tiene unas características únicas, universales e iguales para todos.
Sí que es cierto que hay personas que responden mejor a la sugestión que otras de entrada, y también es cierto que esto se mantiene muy estable a lo largo del tiempo; estudios longitudinales demuestran que la susceptibilidad hipnótica se mantiene estable en una persona a lo largo de su vida a menos que reciba un entrenamiento específico para mejorarla.
Esto llevó a la conclusión de que la susceptibilidad hipnótica era un rasgo inherente de la persona y que hay personas que son hipnotizables y personas que no lo son.
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